El Mundo del Equilibrio 3
Capitulo 6 Extraño Destino
Espero que aun estés con nosotros delicada mujer; aun en mi
corazón quiero creer que no has perdido el regalo de esta existencia, me
imagino que estas en alguna parte del universo escuchando mis pensamientos y, sé
que tu silencio es parte de esta respuesta que mis oídos imploran escuchar. Sé
que estas acá a mi lado cabalgando con este triste caballo que pusiste en mi
camino.
Ojala pudiera entenderte y… eso trato con el lento galopar
de este día, con el suave galopar de este caballo. Los días siguen pasando tan
extrañamente para mis sentidos, que aún no consigo entender el ¿Por qué el tiempo es tan
ambiguo? pero aun en el poco tiempo que perciben los humanos he logrado
escribir el último libro que ya casi está listo, pero me falta algo y he
tratado de entender ese vacío que culminarían los últimos párrafos de este
libro.
En mi corazón no existe mayor frustración que ver como mis
memorias se van resquebrajando lenta y paulatinamente y ¿Cómo podría ser lo
contrario? Si cualquier persona viera
como el mundo de sus memorias se merma con esta vista de palacios adornados con
tenues tonos ensangrentados ya hace mucho habría de suicidarse y aunque después de ver las planicies de las tierras
bajas de escocia donde nací convertidas en secos desiertos con algunos trazos
de viejos robles peleando por que sus pocas hojas verdes no secaren, aun con
todo eso tenía que vivir.
El mundo seguía su curso y en algún lado estas tú,
lamentándote con lento odio, el odio de
ver como esas predicciones que vistes en la prueba de los espejos se hacían realidad;
nadie podría haberte preparado para saber que lo que verías en esos espejos,
parte de ello sería tu futuro. Y desde ese día que te vi en mi habitación, en
ese instante que mire directamente hacia tus ojos mientras mantenías esa
sonrisa, en ese momento supe que habías visto en esa prueba.
Pero aun no quería aceptarlo, pues ya había visto masacres
similares en otros iniciados los cuales nunca se hicieron realidad, y eso
esperaba, que solo fueras una más en el sádico proceso que había creado el
principal, proceso que desconozco su razón de ser, más se, que tú ya lo has
comprendido.
Dumahel se fue acercando a una de las fortalezas que estaban
en las afueras de una ciudad que extrañamente era más tranquila que el resto.
Pero él no se preguntaba ¿Por qué? No… él no era un simple humano inocente de
las malicias que acostumbran los caídos y los entes oscuros.
Sabía que era una de las muchas trampas que el principal
creaba donde el forjara su voluntad. El mismo caballo perdía su tranquilidad
mientras se acercaban a la entrada y pasaron varios minutos mientras Dumahel
veía la fortaleza con lento detenimiento, con algo de energía controlo parte de
la conciencia del caballo pero solo se dedicó a bordear el castillo, solo para
quedarse un momento pensando ¿Por qué el caballo le dirigió a esta fortaleza?
El caballo había galopado por propia voluntad durante semanas pues era la mejor manera de permanecer de
incógnitos entre tanta malicia
Pero ya no importaba más, ya no tenía las fuerzas para
seguir el camino, lo único que le mantenía en pie era su última
responsabilidad, el terminar este libro pero dejo que el destino trabajara por él,
si ya el caballo lo trajo hasta acá es porque alguien quiere que entre
Al volver a la entrada escucho varios disparos y
seguidamente varios gritos que nacían desde lo más profundo y oscuro del
castillo. Pero ¿a quién le importa? Sería otro humano a punto de ser el
alimento de un perverso caído
-¡Maldición… Maldición! Se escuchaba estos gritos mientras
el caballo junto con Dumahel se adentraban
en la oscuridad hasta que el creo una esfera de luz para ver.
-¿Quién eres? Grito
el hombre
-eso mismo te pregunto yo a ti o mejor dicho… ¿Qué eres?
-¡Maldición… estoy harto de ustedes!- Le volvió a gritar al
caído mayor que sostenía la cabeza de…
-ella esta… ¡muerta! Dijo Dumahel susurrante al ver la
cabeza de Amy decapitada
Pero el caído solo mantenía su suave sonrisa mientras abría
sus ojos lenta y paulatinamente
-dime ¿Qué eres?- Exclamo Dumahel
-Soy Divad y ¿quién coño son ustedes? ¿Qué quieren de mí?
Dumahel noto las lágrimas que salían de los ojos de Divad
mas no podía consolarle, ni siquiera es un inicia…
-¡sí! Vuestro amiguito es un iniciado… susurro el caído
-eso es imposible… ¡yo los vi morir a todos! Soy el último
que queda hasta que ya me canse de ver lo que ustedes le hacen al mundo que una
vez ame…-
-si el no fuera un iniciado ¿Por qué creéis que no lo he
matado aun?
-no me interesa, nunca había visto a este hombre así que
nunca paso ninguna prueba y por lo tanto si me lo preguntas puedes hacer lo que
quieras con él.
-¡son unos depravados! Grito Divad
-¡si tú eres como yo y amas al mundo como yo! ¿Por qué no
luchas y matas a todos estos desgraciados que han aniquilado esos pastos donde juzgaste en tu niñez?-
Dumahel detuvo su paso con cierto asombro. ¿Cómo podría
saber lo que pienso?
-¿Cómo supiste eso chico? Dijo al subir la mirada para
proseguir su camino fuera del castillo
- y entonces ¿Quién es ella que nos está viendo desde los
cielos?
Ya esto era más que una coincidencia ¿Cómo sabe tanto? ¿Cómo
sabe que ella existe? Es mas ¿Cómo ha sobrevivido ante el manto oscuro que los caídos
posan sobre la mente de los humanos?
-ya os dije es un
iniciado...
-¿Cómo te llamas caído? Susurro Dumahel
-podéis llamarme Nergal, señor de este castillo, amo de los
muertos vivos pero este cuerpo no es el mío
-entonces no te importara si mueres- intervino Dumahel
Con estas palabras el cuerpo de Dumahel se fundió con la
oscuridad y se posó detrás del cuerpo que usurpaba el caído Nergal. Pero este
solo sonrió al sentir la cuchilla rota de Dumahel
-jajajajaja ¿Qué pretendéis? Si me desolláis solo caerá el
cuerpo de uno de los muchos humanos que he revivido
-¡eso no me interesa!-
Divad cerró los ojos al escuchar como el chorro de sangre salía de la garganta
de ese hombre que luego de abrir sus ojos noto que era El cuerpo del pequeño
Roger
Los volvió a cerrar con odio mientras Dumahel se le acerco apuntándole
con la daga
-ahora... tienes mucho que confesarme…