El Mundo del Equilibrio 3 Capitulo 12
Solo un humano puede revivir
¿Qué es la muerte? Para muchos seria el justo instante
cuando de nuestra boca sale el ultimo aliento de vida, mas he aprendido que la
muerte puede darse de muchas formas diferentes, unas muy llamativas y otras de
forma más sutil, aunque todo depende del
punto de vista en que lo veas; una forma de morir no es solo cuando tu cuerpo
pierde la vida. a veces el ser humano
puede morir cuando se despide de aquel hijo encerrado en un ataúd que en
ciertos casos está cubierto de flores. A veces puedes morir cuando el más bello
atardecer se convierte en la más grande nostalgia; a veces se puede morir
cuando a pesar de que el mundo te ha traicionado, tú siempre les regalaste una
sonrisa
¿Cómo puedes diferenciar cual es la forma más abrupta o más
sutil de morir? Ya te lo dije… todo depende de la perspectiva que tengas en la
vida… esto es solo la reflexión que te hace una diosa que ha pensado por los
miles de años que para tu tiempo son solo el tiempo que dura el pestañeo de tus
ojos, por eso, tu… Divad… aunque te esté apuntando con mi espada que es capaz
de desintegrar una galaxia con solo agitarla levemente… yo te entiendo, ¡aún más
de lo que puedes imaginar en tu poca sabiduría! Sé que crees haber visto mucha
sangre, sé que crees que has escuchado infinitos alaridos de dolor pero… yo
tengo toda una eternidad sintiendo lo que tú en unos pocos años has vivido.
Trato de mirarte con compasión pero las circunstancias de
este modo de pseudo vida están mermando lo muy poco que me queda como humana. Y
aun con tener todo el conocimiento que un ser pueda tener, aun con toda mi
infinita experiencia; aun no puedo siquiera saber que ronda por tu mente y
menos aún como acabara definitivamente tu frustración y la mía, más aun tratare
de no ser muy dura contigo.
-¿Por qué estás aquí? Le replico Amy a Divad que aun la veía
con una mezcla de miedo y nostalgia
-¡yo debería preguntarte lo mismo! Exclamo Dumahel Con
fuerza
Amy desvió suavemente los ojos hacia Dumahel; poco a poco la
conducta de Amy desaparecía y cada vez actuaba más como la deidad de la luz, pero
en sus ojos se podía notar la lucha interior que se libraba en lo más profundo
de su mente. En su rostro luchaban esas dos esencias por gobernar el cuerpo de
Amy
-lo mismo te pregunto a ti… Corvus…-
-¿no te llamabas Dumahel?- Interrumpió Divad
-Hace mucho tiempo, en el tiempo del reino del principal se
me impuso el nombre de Dumahel mas no soy digno de ese nombre y antes de él se
me llamaba Corvus pero… ¿Por qué cambias de conversación? Te pregunte ¿Qué haces
en este plano?-
Solo os puedo decir que… vengo a terminar con esto y a si
mismo vengo a morir… como os habréis imaginado yo me deje pseudo asesinar por
la mujer con la que en estos momentos lucho una carnicería en esta mente,
solamente para entender algo que nunca entendí ¿Por qué los humanos sois así? ¿Cómo
es que pueden sufrir y amar constantemente sabiendo que a la final esto no
importa ya que en su momento morirán? Yo, la deidad de la luz y el principal no
conocemos este concepto… solo somos seres eternos sin ninguna razón verdadera
para existir, pero de alguna forma el principal entendió el sufrimiento humano
y con él sé que entendió que es el amor y aun mas que es la muerte-
-en un tiempo anterior a todos los universos éramos lo mismo
y por eso llegue a creer que lo entendía, mas no entendía porque quería regresar
al origen, cuando la luz y la oscuridad éramos lo mismo, en pocas palabras nada
existía pero… ahora tiene una razón por la que existir y es su propia muerte… ¿Cómo
podría luchar contra algo si no lo podía entender? Y en eso le di vida a ella
para que sufriera todo el auténtico dolor capaz de desmoronar la conciencia de
cualquier ser humano pero ella lo soporto y es ella el recipiente perfecto, así
que deje que me matara no solo para que su cuerpo mortal entendiera como
destruir a un inmortal… sino para que yo experimentara el sufrimiento que
siento ahora.
-¡que egoísta eres! Grito Divad
Pero antes que pudieran seguir hablando a lo lejos los dos
dragones que volaban alrededor del palacio del principal rugieron como la erupción
de un volcán y sus cuerpos se convirtieron en una masa oscura que voló sobre
Amy, Divad y Corvus moviendo el aire con la fuerza de un huracán. Divad y
Corvus apenas pudieron mantenerse en pie pero de Amy no se movió ni un solo
cabello
-¿Qué has pasado? Replico Divad
-Solo están… cumpliendo la voluntad de su padre…- susurro
Amy desviando su mirada hacia el horizonte.
-¡respóndeme! ¿Por qué tienes que hacerle sufrir tanto?
-¿Quién os dijo que sufre? No… más bien su alma esta descansando
después de tener que sentir tanto dolor, pero, están fuerte que aun mis
palabras en parte son las suyas.
-Amy… necesito preguntarte algo- asintió Corvus con rostro
preocupado
-creo saber vuestra pregunta… ¿Cómo luchar sin apenas somos
3 personas?
-exacto pero aún
tenemos al antiguo Uriel de nuestro lado
-¿Quién es el antiguo Uriel? Pregunto Divad
-os diré que él es un ser divino, que cayó por voluntad
propia cumpliendo la voluntad de ambas deidades más… en este momento puedo ver
su cuerpo lleno de sangre y sus ojos viendo hacia el cielo pues acaba de morir…
-¡maldición! Grito Corvus
-¡él era como un padre para todos nosotros! ¡Malditos sean
ustedes los dioses! ¿Cuántos más tienen que morir? Perdí a todos mis hombres… ¡perdí
a todos mis hermanos solo por el capricho de ustedes dos!
Amy bajo la mirada mientras los 3 se quedaron en silencio
durante unos minutos. Divad aún se quedaba perplejo pero las saladas lágrimas
de Corvus cayeron mezclándose con el mar salado pero… las lágrimas de Amy se
mezclaron con las de el
-¿crees que no me duele la muerte de mi familia, de mi
mundo, de mis hermanos y la de mis
hijos? ¿Crees que no me duele la innecesaria muerte de Araxiel y Sirrah? ¿Crees
que no me duele que ese desgraciado cumpliera todos sus caprichos y devastara
al mundo, a las estrellas que antes podía mirar en mi niñez? ¿Crees que ya no
tengo ejercito con que luchar? Pues… ¡se equivocan!
Con la ira de Amy el mar tembló como nunca el ser humano había
visto que lo hiciera. De la espalda de Amy salieron dos magníficas alas y su
destruida armadura se transmutaba a la misma que usaba la deidad de la luz
antes de morir
-¡soy la deidad de la luz! Pude no solo crear este universo…
¡pude crear infinitos universos paralelos a este! Puedo decidir cuando alguien
nace y alguien muere y… ¡mi ejército no ha muerto! Gracias a este dolor y
sufrimiento mi ejército se unió a mí y con la muerte de millones de almas poder
verlos luchar conmigo… renazcan otra vez ¡os lo ordeno!
Solo un humano puede renacer… y ahora que yo soy humana mi ejército
en parte lo es…
Con este grito de guerra todo el ejército del plano de la
luz que se habían unido a los 7 últimos arcángeles y que a su vez se unieron a
Amy, todos cubrieron los 7 mares de este planeta
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