¡Maldita sea! ¿Por qué siento este temor nacer desde lo más
profundo de mi alma? ¿Por qué aun veo esos rojos ojos brillar más que las
estrellas que se opacan en este cielo estrellado? La luz va desapareciendo una vez
más de mi vida, tanto que ya poco a poco la oscuridad va reinando de nuevo
mientras sigo viendo esos ojos. Pero ver
su retorcida sonrisa era como verme en el hielo congelado donde esta maldición comenzó
-¿a qué le tenéis miedo? Pregunto Anon a Araxiel
-¿Por qué hablas así? Hablas en el idioma de la muerte y ni
siquiera yo puedo hacerlo ¡tú no eres mi viva imagen! Tienes que ser otra cosa…
-¿y quién crees que soy? ¿Tan rápido me olvidaste?
No quedaba otra opción, a pesar de poder hablar como un caído,
aun cuando sus ojos son la expresión del odio del reino donde no queda
esperanza, a pesar de todo… puedo ver mi propia tristeza en sus ojos ¿Cómo puedo
matarle sin yo morir al mismo tiempo? Aunque ya he muerto no sé porque vuelvo a
ser de carne y hueso
-¿Por qué pensáis tantas estupideces? Veo que no comprendéis
pero… ya no te queda tiempo con el que pensar, si veis al cielo que esta sobre
ti os daréis cuenta que la luna ha muerto, notareis que solo quedan un par de
estrellas y pronto, pronto os convertiréis en la mierda de mis demonios
Solo pasaron unos segundos pero ya la penumbra lo cubrió todo,
solo podía ver ese brillo infernal que sale de sus ojos pero poco a poco el los
cerraba dejándome completamente expuesto he indefenso
Anon Reía juguetonamente mientras se movía entre la absoluta
penumbra y con su risa se escuchaba el rugir de todos los demonios que ya sentía
a su lado; Araxiel se agacho para quedarse inmóvil tratando de no hacerse notar
y así no morir devorado.
-¿crees que es la primera vez que me enfrento a mis
demonios? Susurro Araxiel
-aunque no lo creáis… estoy completamente consciente mi
adulto yo
-¿Qué coño quieres principal? Grito Araxiel con fuerza
-ohhh ¡por fin os dais cuenta de quién soy! ¿Por qué habéis tardado
tanto?
-escúchame desgraciado ¿Qué quieres de mí? Grito nuevamente
-tan afilado como siempre… solo juego contigo… ¿no tengo
derecho? Respondió el principal
-¡no te lo permitiré!
-¿y que podéis hacer para que no lo haga?
Tenía Razón; en esta existencia no tenía nada con que luchar
ni protegerse más tenía muchas cosas que saber antes de que ya lo que queda de
su recuerdo desaparezca.
-¡ya estoy muerto! No puedes matar a alguien que ya murió…
-claro que puedo… solo estáis vivo gracias a los recuerdos
de tu nueva diosa que ahora lucha por no perder su lado humano y en lo que
pierda esa lucha se olvidara de ti y te esfumaras como el frágil y banal
recuerdo que eres-
-te conozco bien maldito, ¿Qué quieres? Ya lograste destruir
mi vida, mi mundo y mi universo
-os diré la verdad, quiero que desaparezca esa persona a la
que la deidad de la luz ama tanto, quiero que cuando os vuelva a ver y escuchar
no pueda reconocerte ni amarte. Quiero que cuando os volváis a encontrar ya no
te reconozca y así lo que queda de su humanidad se llenara de odio, rencor y
oscuridad para que seamos uno
-¡estas enfermo! ¿Aun sigues obsesionado con la idea de ser
uno solo?
-lo tomare como un cumplido- respondió
con una carcajada
Con estas palabras El principal posicionado en el cuerpo de niño que también se llamaba Anon apareció
frente a Araxiel; ambos se miraron directamente a los ojos durante unos
desagradables segundos.
-¿Qué os pasa? ¿Un caído te comió la lengua?
-¡cállate! Grito Araxiel al sujetar el cuello del niño
poseso por el principal
-Así me gusta… ¡Así me gusta! ¿Qué esperas? ¡Matate! Deja que
todo ese odio crezca y rómpeme el cuello, si es que tienes el valor para
matarte.
-cállate… ¡cállate! no sabes nada de mi vida, no sabes por
lo que pase y estoy pasando. Mataste a mi madre y a mi hermano
-¿Por qué os mentís tan descaradamente? ¡Yo no mate a tu
madre!
-¡claro que si lo hiciste! ¡La mataste para que el odio
naciera en mí!
-¿yo hice eso? Jajajaja no me hagáis reír, ese odio nació
porque tú ya lo sentías, lo único que yo hice fue matar a tu hermano Sirrah
-¡él se llamaba Jared!
-sí, sí, lo sé pero, el murió por tu culpa ¡si no hubieses
sido tan terco y pedante seguro la oscuridad no hubiese tomado control sobre él
y hubiese sido un iniciado como tú, es más te diré algo. En el instante en que murió,
tú ni por asomo apareciste en sus recuerdos.
Araxiel empezó a sollozar recordando todo el dolor que sintió en su infancia, recordó el día que
le dio la espalda a su hermano, recordó todo lo que hizo sufrir a Amy ya que
por su culpa ella lucho y atravesó todo el infierno y el plano de la luz para
cumplir con sus caprichos
-¡matadme ya! Eso sí
mira mis ojos o mejor dicho, ¡tus ojos! Esto no acabara hasta que me rompáis el
cuello aceptando que también morirá tu lado no humano
El silencio reino por otros minutos hasta que por fin
Araxiel apretó tanto que no solo el cuello del niño se rompió sino que varias
hileras de sangre recorrieron sus manos
para posteriormente caer al suelo
Araxiel perdió todas fuerzas cayendo de espalda contra el
piso y con una sonrisa vio el cielo que volvía a ser iluminado por las
estrellas antes de que su corazón se detuviera por completo y sus pupilas se
dilataran completamente y la muerte, la muerte volvió a abrazarle
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