domingo, 21 de junio de 2015

El Mundo del Equilibrio 3 - Capitulo 17 - Sus Demonios y su Muerte

¡Maldita sea! ¿Por qué siento este temor nacer desde lo más profundo de mi alma? ¿Por qué aun veo esos rojos ojos brillar más que las estrellas que se opacan en este cielo estrellado? La luz va desapareciendo una vez más de mi vida, tanto que ya poco a poco la oscuridad va reinando de nuevo mientras sigo viendo esos ojos.  Pero ver su retorcida sonrisa era como verme en el hielo congelado donde esta maldición comenzó

-¿a qué le tenéis miedo? Pregunto Anon a Araxiel

-¿Por qué hablas así? Hablas en el idioma de la muerte y ni siquiera yo puedo hacerlo ¡tú no eres mi viva imagen! Tienes que ser otra cosa…

-¿y quién crees que soy? ¿Tan rápido me olvidaste?

No quedaba otra opción, a pesar de poder hablar como un caído, aun cuando sus ojos son la expresión del odio del reino donde no queda esperanza, a pesar de todo… puedo ver mi propia tristeza en sus ojos ¿Cómo puedo matarle sin yo morir al mismo tiempo? Aunque ya he muerto no sé porque vuelvo a ser de carne y hueso

-¿Por qué pensáis tantas estupideces? Veo que no comprendéis pero… ya no te queda tiempo con el que pensar, si veis al cielo que esta sobre ti os daréis cuenta que la luna ha muerto, notareis que solo quedan un par de estrellas y pronto, pronto os convertiréis en la mierda de mis demonios

Solo pasaron unos segundos pero ya la penumbra lo cubrió todo, solo podía ver ese brillo infernal que sale de sus ojos pero poco a poco el los cerraba dejándome completamente expuesto he indefenso

Anon Reía juguetonamente mientras se movía entre la absoluta penumbra y con su risa se escuchaba el rugir de todos los demonios que ya sentía a su lado; Araxiel se agacho para quedarse inmóvil tratando de no hacerse notar y así no morir devorado.

-¿crees que es la primera vez que me enfrento a mis demonios? Susurro Araxiel

-aunque no lo creáis… estoy completamente consciente mi adulto yo

-¿Qué coño quieres principal? Grito Araxiel con fuerza

-ohhh ¡por fin os dais cuenta de quién soy! ¿Por qué habéis tardado tanto?

-escúchame desgraciado ¿Qué quieres de mí? Grito nuevamente

-tan afilado como siempre… solo juego contigo… ¿no tengo derecho? Respondió el principal

-¡no te lo permitiré!

-¿y que podéis hacer para que no lo haga?

Tenía Razón; en esta existencia no tenía nada con que luchar ni protegerse más tenía muchas cosas que saber antes de que ya lo que queda de su recuerdo desaparezca.

-¡ya estoy muerto! No puedes matar a alguien que ya murió…

-claro que puedo… solo estáis vivo gracias a los recuerdos de tu nueva diosa que ahora lucha por no perder su lado humano y en lo que pierda esa lucha se olvidara de ti y te esfumaras como el frágil y banal recuerdo que eres-

-te conozco bien maldito, ¿Qué quieres? Ya lograste destruir mi vida, mi mundo y mi universo

-os diré la verdad, quiero que desaparezca esa persona a la que la deidad de la luz ama tanto, quiero que cuando os vuelva a ver y escuchar no pueda reconocerte ni amarte. Quiero que cuando os volváis a encontrar ya no te reconozca y así lo que queda de su humanidad se llenara de odio, rencor y oscuridad para que seamos uno

-¡estas enfermo! ¿Aun sigues obsesionado con la idea de ser uno solo?

-lo tomare como un cumplido- respondió con una carcajada                          

Con estas palabras El principal posicionado en el  cuerpo de niño que también se llamaba Anon apareció frente a Araxiel; ambos se miraron directamente a los ojos durante unos desagradables segundos.

-¿Qué os pasa? ¿Un caído te comió la lengua?

-¡cállate! Grito Araxiel al sujetar el cuello del niño poseso por el principal

-Así me gusta… ¡Así me gusta! ¿Qué esperas? ¡Matate! Deja que todo ese odio crezca y rómpeme el cuello, si es que tienes el valor para matarte.

-cállate… ¡cállate! no sabes nada de mi vida, no sabes por lo que pase y estoy pasando. Mataste a mi madre y a mi hermano

-¿Por qué os mentís tan descaradamente? ¡Yo no mate a tu madre!

-¡claro que si lo hiciste! ¡La mataste para que el odio naciera en mí!

-¿yo hice eso? Jajajaja no me hagáis reír, ese odio nació porque tú ya lo sentías, lo único que yo hice fue matar a tu hermano Sirrah

-¡él se llamaba Jared!

-sí, sí, lo sé pero, el murió por tu culpa ¡si no hubieses sido tan terco y pedante seguro la oscuridad no hubiese tomado control sobre él y hubiese sido un iniciado como tú, es más te diré algo. En el instante en que murió, tú ni por asomo apareciste en sus recuerdos.

Araxiel empezó a sollozar recordando todo el dolor  que sintió en su infancia, recordó el día que le dio la espalda a su hermano, recordó todo lo que hizo sufrir a Amy ya que por su culpa ella lucho y atravesó todo el infierno y el plano de la luz para cumplir con sus caprichos

-¡matadme  ya! Eso sí mira mis ojos o mejor dicho, ¡tus ojos! Esto no acabara hasta que me rompáis el cuello aceptando que también morirá tu lado no humano

El silencio reino por otros minutos hasta que por fin Araxiel apretó tanto que no solo el cuello del niño se rompió sino que varias hileras de sangre recorrieron sus manos  para posteriormente caer al suelo


Araxiel perdió todas fuerzas cayendo de espalda contra el piso y con una sonrisa vio el cielo que volvía a ser iluminado por las estrellas antes de que su corazón se detuviera por completo y sus pupilas se dilataran completamente y la muerte, la muerte volvió a abrazarle

domingo, 7 de junio de 2015

El mundo del Equilibrio 3 - Capitulo 16 - el demonio en sus ojos

El demonio en sus ojos

La última vez que sentí este dolor fue en el  reino donde no existe ninguna esperanza; he pasado desde que cayó la noche más de dos horas intentando sanar mis herida pero…. Todo intento es banal. Aunque he gritado de la desesperación no he aceptado que ya he vuelto  a ser un hombre de carne y hueso, un hombre que siente, sufre y puede llorar. La idea no se me es agradable, he tenido el poder por tanto tiempo y tantas décadas que ya no sé qué es la vida fuera de las infinitas posibilidades que produce la transmutación de energías

-Maldita sea… ¡maldita sea!- gritaba mientras apretaba las heridas con algo  de tela que le arranque a aquellos asesinos y afortunadamente… la bala atravesó mi pierna sin llegar a tocar el hueso, es  un consuelo de idiotas pero agradezco que así fuera

A pesar de tantos gritos y sonidos de detonaciones que se escuchan a lo lejos aquel niño seguía durmiendo plácidamente; no se me hacía extraño. Todo hombre que va vivido la guerra desde su nacimiento puede entenderle, no conoce otra vida,  la muerte es su desayuno matutino, el sufrimiento es aquel deseo que se espera desaparezca en cada sueño. El hambre y el miedo son lo único que puede ver de las estrellas.

¿Cómo lo se? Es una buena pregunta… eso mismo me pregunto ahora que ya me quedo acostado viendo a las estrellas. ¿Cuándo fue la última vez que hable con ellas? ¡sí! Fue en la primera noche después de largarme del templo del ya fallecido maestro vampiro.

Recuerdo que aquella noche les hable, a pesar de ser tan soberbio aún era algo inocente y me gustaba hablarle a mi madre como si ella estuviera viajando en las estrellas, recuerdo que les conté que quería ser inmortal y que para lograrlo tenía que ser más duro de corazón y hablarles era un síntoma de debilidad y por eso jure que jamás volvería a quedarme viendo un cielo estrellado.

¡Que infantil era en ese entonces! Aunque, sabía las consecuencias de mi sueño, también dicho anhelo me alejaría cada vez de la cordura y de aquellos que verdaderamente se preocupaban por mí y entre ellos estas tu Jared… me hubiese gustado haber muerto a tu lado pero… ¿Qué coño estoy pensando?

Araxiel se levantó torpemente del suelo apoyándose en todo lo que veía estable y se quedó viendo a aquel niño que tenía sus mismos ojos. Pensó en todo lo que habría pasado antes de conocerle, así también se le quedo mirando, pues sabía que su destino seria aún más doloroso. La guerra puede arrancarle la inocencia a un niño de un solo golpe y ya no quería ver a más nadie sufrir

Desenfundo su pistola y le apunto directamente a la cabeza, sería un disparo certero y sin compasión así su sufrimiento acabaría rápido y sin dolor, jamás sabría lo que es el miedo, jamás volverá a tener hambre o sueño, y jamás tendría que volver a ver a alguien morir

Y por primera vez en décadas el pulso de Araxiel vacilo, aquel hombre que despreciaba la vida, tanto la suya como las de los demás vacilo, pensó que tal vez ese niño fuera él en otras circunstancias mas ¿Qué relación podrían tener? ¿Por qué mi ente vacila al apuntarle? ¡¿Por qué no puedo matarle?! ¡Deseo que mueras! ¡En mi mente ya estás muerto! Pero aun así ¿Por qué no puedo halar del gatillo?

Araxiel por más que lo intento no pudo dispararle y  al desviar el arma su instinto volvió logrando dispararle a pocos centímetros de la cabeza del niño

Este se despertó bruscamente gritando y llorando, mas no dijo una sola palabra. Corrió hacia una esquina y se sentó llorando sobre escombros. Sus rojizos ojos brillaban en la oscuridad y de sus labios salían versos en el idioma de los muertos.

Araxiel poco a poco entendía… lo mismo le pasaba cada vez que o se asustaba o estaba decidió a matar a alguien.

-discúlpame… pero…

-¡cállate! No sabes por lo que he vivido-  interrumpió bruscamente

-Araxiel se le acerco pero el niño seguía insistiendo en que se mantenga alejado

-¿Cómo te llamas? Pregunto secamente

-cállate… ¡cállate!  Ellos se acercan…

-¿quiénes se acercan?- Volvió a preguntar

-los demonios de mi mente… ¡ellos se acercan!

-maldita sea ¡dime! ¿Cómo te llamas?

-¡no lo sé! Ellos me llaman… me llaman ¡Anon!

-¡maldita sea! Lo sabía… este es otro plano existencial dime rápido ¿Cómo se acercan? Dime o morirás

-Anon empezó a reír a carcajadas

-¿morir? ¿Yo? El que va a morir eres tú, aquellos hombres tenían meses cazándome, sabían que ellos existían gracias a mí, en cada noche los veo en mis pesadillas y siempre aparecen cuando las estrellas se esfuman una a una. En ese instante todo lo que emana luz se opaca y llegan ellos a descuartizar cualquier cosa que se mueva más nunca llegan a tocarme…. Jajajaja

A lo lejos se escuchaba el rugido de miles de demonios que se acercaban mientas las estrellas se opacaban una tras una.


-Todos saben que llegan unas horas después de cada anochecer y todos tienen mis mismos ojos, los hombres saben de mi a través de una leyenda que con el tiempo se hizo realidad, todos cazaban a alguien que tuviera los ojos del infierno y luego me cazaron como a un perro y tu…. ¡tú! los condenaste a morir ya que  ellos solo buscaban salvar sus vidas como la de los suyos y tranquilo… ¡yo veré como te comen vivo!