El mundo del
equilibrio 3
Capítulo 2
Memorias que renacen
Aun no sé porque el mundo
cambio, mientras aun me aferro a este rifle, trato de comprender todo lo
que ha estado sucediendo durante todos estos años, la primera noticia fue sobre aquella tragedia en el vaticano, con la
masacre de varios guardias que solo cumplían con sus rutinas diarias; ellos fueron empalados como en una típica novela gótica,
después aparecieron 6 cadáveres de seres
que, aunque se parecían a nosotros… no eran humanos, recuerdo las noticias que rondaban en todas las cadenas de noticias
alrededor del mundo, aquellos cuerpos con armaduras rasgadas con características
humanas eran el centro de atención pero, tenían un código genético completamente distinto al
de cualquier ser que habita en este planeta, recuerdo cuando decían que sus cadenas proteicas y la composición de su
ADN era 10 veces mayor que nosotros los humanos; algunos lo consideraban como
seres angelicales que aparecieron en la plaza de San Pedro. Mas la comunidad científica
rechazaba esta hipótesis y más bien lo atribuyeron a seres de otros mundos con
una evolución similar a la nuestra, pero más documentales aparecieron dando
ideas de que, si son seres de otros mundos ¿Por qué cargaban armaduras
extrañamente parecidas a las que usábamos en épocas antiguas? Solo había confusión,
más, entre los rastros de sangre... existía la de una mujer completamente humana pero, su
cuerpo nunca fue encontrado, más aun, en ningún hospital de la ciudad de roma había
llegado una mujer con las características nombradas por los testigos, una mujer que fue herida
como lo describían los turistas no podía haber llegado muy lejos, y me parecía extraño.
Desde ese día el mundo y las reglas físicas han ido
cambiando, en los primeros días las fuentes de luz artificial perdían cada vez
mayor fuerza, no importando cuanta electricidad invertían por incrementar la luminiscencia
de los bombillos, todo indicaba que la luz ya viajaba tan lentamente que apenas
viajaba en el universo, pero aun nada estaba claro, pues solamente eran tanto
las luces de los bombillos como las luces de las velas y antorchas las que perdían su fuerza, pero, los cambios en el sol eran tan minúsculos que parecía que nada sucedía.
Recuerdo que estaba en
un restaurante mientras esta confusión se hacía cada vez más
insostenible; mientras tomaba unos sorbos de café expreso note que las
estrellas poco a poco dejaban ese color claro característico hacia un rojo cada
vez más demoniaco, recuerdo ver en la prensa que los profetas indicaban que el
fin de los tiempos se acercaba pero, la comunidad científica solo afirmaba que
eran simples cambios de ondas vibratorias que sucedía en el universo y que no causarían
males mayores…. Bahh… en esa época me lo hubiese creído, todos esperábamos que
solo fueran acontecimientos naturales como lo afirmaban los físicos… ahora yo
solo me aferro aquello que es lo único que me mantiene vivo en esta existencia que
sabía que llegaría con el pasar de los años… aunque mi mente se negaba a
aceptarlo.
No sé cómo, pero todos mis disparos son tan certeros que ya desconfió
del porque puedo disparar directamente a la cabeza de todo el que se interponga
en mi camino; no sé si sea una voluntad divina pero, desde que llego el día en
que la nieve cae tan roja como la sangre, solo mis ojos han visto muerte, y no
solo matanzas frías y sin sentido, es como si en las mentes de las personas la compasión se esfumara como la luz de las
velas.
Después de 5 años desde aquellos acontecimientos, el planeta
se hace cada vez más frío, la electricidad aún existe más... las fuentes de luz
tanto artificiales como naturales apenas existe, además con esta perpetua nieve
roja que cae, el mundo se ha vuelto tan oscuro y rojizo que en verdad piensas
que sobrevives en un infierno… pero con solo un gélido frío que azota tus
huesos.
-¡maldita sea!- decía cuando trataba de dormir olvidando el
dolor que permanece en mi mente pero, sabía que era otro “día” más que tenía que
sobrevivir y aunque solo quisiera morir, algo maléfico no me dejaba morir en paz
Escuche los disparos que venían desde un puente en ruinas y
camine entre la nieve rojiza que cubría parcialmente todo, los disparos en
verdad no se oían venir desde lejos pero quise ver quiénes eran los que
disparaban tan frenéticamente entonces… lo vi…
-este odio ganara… esta maldad crecerá y se adherirá en las mentes
infantiles que aún no nos conocen… esta última guerra la ganaremos y ya no caerá
nieve roja, sino sangre de las alturas, estas pequeñas almas incluso la tuya… se unirán con todos los que cayeron, y vamos a
reinar entre el caos y la luz… y olvidaremos a nuestros padres… y, renacer al
destruirlo todo… y un nuevo reino ascenderá sobre las cenizas de esta sangre
quemada… para que solo exista un solo amo y gobernante… que será nuestro rey…
que no es ni luz ni oscuridad y tú, que te escondes y me escuchas… ¡tú hora ha
llegado!
Apenas podía apuntar a su cabeza cuando... note que era tan
solo una niña que aferraba una 9mm en una de sus pequeñas manos y alrededor de
ella estaban los cuerpos de hombres y mujeres tan armados como yo; ella parecía
estar llorando y riendo al mismo tiempo y miro hacia la rojiza luna que trataba
de esconderse entre los pilares del puente en ruinas que estaba a unos kilómetros,
pero era diferente, antes no vacilaba en apuntarle a la cabeza de alguien, sea
hombre o niño, pues, la oscuridad en sus mentes era igual de profunda, aun así
mis dedos temblaban ya que no podía disparar, pero intente acercarme a esa niña
que seguía riendo y llorando y lentamente, se volteó.
Trate de cerrar mis ojos y no verla… pero en sus ojos vi el
verdadero infierno que solo vi del maestro vampiro que desapareció hace 5 años.
-¿Por qué tienes miedo? Me dijo susurrando
Pero a pesar de ser un simple susurro sus palabras
taladraban mi mente… notaba sus lágrimas de sangre y su risa inocente al apuntarme con su arma.
-¿eres tú o soy yo? Eres gracioso… hace mucho tiempo no veía
a un futuro aprendiz que no entiende lo que ya es.
-¿Cómo que un aprendiz? Grite con terror mientras mi pulso
hacia que el rifle temblara.
-¿acaso no recordáis a tu maestra? Parece que te acepto más, borro tu memoria
-¡no sé de qué coño me hablas! - Le volví a gritar
-¡así me gusta! Poco a poco la oscuridad nublara la luz de
tu mente y con esto su ira será tan profunda que la luz será oscuridad y la
oscuridad será luz como lo fue en un principio… eres el ultimo iniciado que
queda con vida más aun así me divertiré tentándote como tente a la deidad de la
luz.
Y al finalizar sus palabras pulsé el gatillo del rifle y un
estruendo se hizo notar en toda la zona; baje el rifle llorando pues era tan
solo una niña, mire mis manos y las vi manchadas de sangre; grite y llore como
un bebe al acercarme al cuerpo sin vida de esta niña y la sostuve entre mis
brazos.
No sé cuánto tiempo pase sollozando pero entre lágrimas y
lamentos fui fijándome en esa gran y roja luna que se veía tan placida y maléfica.
-¡te odio maldita oscuridad que gobiernas el mundo!... ¡te
odio maldita luz que me abandonas! ¿Quién es la deidad de la luz? ¿Quién coño
eres tú? Si existes… ¡porque hiciste que olvidara todo!
Seguí llorando al recordar a todos los que mate, seguí
llorando al recordar a mi madre, a mi padre, a mi familia y a todo lo que una
vez ame y sentí odio… así como esta niña dijo que lo sentiría pero sentí compasión
ante un mundo que no entendía.
-¡luna que me ves! Ultimo rastro de luz en mi vida ¡te pido
que me dejes recordar todo!
Y con estas palabras Divad recordó Cuando conoció a Amy,
cuando caminaron entre una ventisca helada y todos los horrores que existen en
el reino del principal, y entendió que… este era el adiós a su humanidad.