El mundo del equilibrio 2
Capitulo 5
Su presencia
Ahora recorro las calles de Roma, quería visitar
algunos sitios que siempre quise ir, ahora que el tiempo no es tiempo para mí, las distancias se hacían tan cortas como si
estuviera en el astral pues los días no son días, son simples pestañeos de mis
ojos, apretaba tan fuerte el tallo de la rosa roja que sí… me cortaba y varias
gotas de sangre recorrían mis dedos, el dolor era placentero, pues estoy
sufriendo de forma distinta, todos los pensamientos de los hombres y mujeres
que me rodeaban pasaban como susurros en mi mente, me aturdía tanto que caí al
suelo agarrándome la cabeza forzándome a no escuchar sus pecaminosos pensamientos,
podía sentir sus problemas en mi corazón,
tanto que caminaba aturdida entre los muchos cafés y restaurantes que podías
encontrar en cada esquina, no cargaba dinero, pero me las ingenie para comprar
un café, aunque no podía tomarlo.
-sígueme-
Esa voz era distinta no sabía si la había escuchado
dentro de mi o era un simple susurro, Alce la vista , busque entre la multitud,
pero nada más que banales problemas seguían aturdiéndome.
-¡Sígueme!-
¡Esta vez me asuste más! era un susurro para mis oídos.
Lance el café corriendo hacia la calle, vi de un lado a otro desesperada.
-¿se siente bien señorita?-
Dijo un hombre preocupado pero, estaba tan irritada,
tan molesta que no note que le atravesé el corazón con mi aura. El
inmediatamente vomito sangre, y por supuesto esto creo un caos que no quería que
pasara.
-trata de controlarte Amy, ¡Trata de controlarte!-
Me agarre de mis cabellos sorprendida por esta
injusticia, por no mantener mi temple mate a alguien inocente, me agache y
antes de que muriera le pedí perdón,
sabiendo que yo misma no me lo perdonaría. Y por supuesto… quedaría impune.
Llego la ambulancia y decidí irme, vi hacia el otro lado de la calle y vi en el
tiempo de un pestañeo un hombre con una armadura negra, apenas note sus ojos
rojos y solo conocía a alguien con esos ojos. Me alegre tanto que corrí en esa dirección
pero no había nada, seguía viendo en todas direcciones desesperada, y veía como
esa entidad se mezclaba con la multitud. Corrí tanto como pude, pase entre las calles
corriendo con solo leves rastros y algo dentro de mí que me decía hacia dónde
ir, apretaba tanto las espinas de la rosa que agarraba con mi mano izquierda
que mi sangre fluía libremente y caían gotas en la calle, atravesé templos,
obeliscos, incluso pase al frente de la entrada al Vaticano.
-¿Por qué me haces esto?- grite mientras todos me veían
como una loca. Me apene y seguí caminando
olvidando lo que paso.
Camine desconsolada, vi que me acercaba a la villa
Borghese, me adentre en el parque más querido de Roma, es uno de los sitios más
hermosos a donde he llegado y me senté debajo de un pino.
-¿no tienes dignidad?- escuche a mi lado, me asuste tanto que voltee
muy lentamente hacia el sonido.
estaba el mirando hacia el horizonte, con su
Armadura, pero esa vez era más pesada, las hombreras eran rectangulares y muy
gruesas , dentro de ellas y su capa era de tela aterciopelada roja, sus grebas eran puntiagudas hacia las rodillas además estaba
armado hasta los dientes-
Me sorprendí tanto que me pare bruscamente y me puse
delante de el
-¿Qué tanto miras? No me digas que se te olvido mi
apariencia- decía tan secamente que no me importo su típica y fría forma de
contestarme.
Me arrodille delante de él y mientras salían grandes
lágrimas de mis ojos puse mis dos manos en su rostro, para luego decepcionarme
al ver que mis dedos lo atravesaban como si él fuera tan solo aire.
-¿decepcionada?-
Dentro de mi dije si al relajar mis manos y sentarme
frete a el de forma más cómoda.
-¿Cómo es posible? si tu estas muer…-
-solo dejamos de existir cuando nos olvidan- decía mirándome a los ojos
Extrañaba ese desgraciado rostro sin sentimientos,
pero no lo culpo, ya entendía sus razones; el viento soplo muy fuerte y mis
cabellos bailaban con él. Saque una cinta azul de mi bolsillo y me dispuse a amarrarme los
cabellos con ella.
-¿esa no era mi cinta? Dijo mirando como una
mariposa se sentaba en la rosa cubierta con mi sangre en mi mano izquierda.
-si… la agarre mientras estabas…-
-llorando lo sé… pero ya no me importa, ahora es
tuya- decía sin mover la mirada de la
rosa.
-nunca habíamos tenido la oportunidad de hablar-
dije con timidez
-¿y eso importa? Ya estamos hablando si te complace-
Me callo la boca como en antaño y me gustaba tanto,
que sonreí.
-vas a creer que estoy loco pero… esa sonrisa no es
tuya-
Me extraño muchísimo ese comentario aunque, era verdad.
-es hora de hablar de cosas serias y no sobre estas
estupideces que estamos mencionando-
Volvió a verme a los ojos. Y nos quedamos sin decir
palabras durante unos minutos.
-¿Por qué estas acá en este plano? deberías estar allá
sucumbiendo en los horrores del mundo donde no queda esperanza-
-que idiota eres… a pesar de tener mis conocimientos
y todos los de nuestros antepasados a excepción de Dumahel no has captado y por
eso decidí aparecer aunque fue gracias a ti, nunca me olvidaste en ningún momento
y por ese vano e infantil deseo tuyo ahora estoy acá frente a ti-
Me moleste tanto por eso que el pasto que me rodeaba,
se marchitaba lentamente.
-¡a ver si te controlas chiquilla! No puedes
destruirlo todo solo porque te sientas mal por cualquier razón… ya vi como
destruiste un pueblo entero y como has mostrado los conocimientos a un mortal...
no importa si le borraste la memoria, y así hoy mismo mataste sin piedad a un
hombre, y así como a él, le seguirás quitando la vida a tus pseudo semejantes,
no te culpo, yo lo hice aunque fue porque yo si quería –
Mire hacia otro lado escuchado su consejo.
-te dijeron que si no te controlas el mundo que te
rodeaba moriría de una u otra forma y ya está empezando... así que te calmas y ¡madura
de una buena vez! Pero sé que no es esto lo que quieres saber, simplemente te
estoy educando.
-¿Por qué los sueños?-
Al decir esto desenvaino su espada y se quedó viendo su filo
-si en ti estoy no solo yo sino los que me
antecedieron viviendo contigo ¿esperas que no tengas recuerdos y memorias de
todos ellos? Sigues siendo muy inocente. A pesar de ver tanto dolor… y… eso es
bueno-
-en aquel sueño el hombre…-
-se llamaba Mebael, y él estuvo mucho antes que yo y mi antepasado principal Dumahel-
-bueno él sabía que estaba
viviendo sus recuerdos pero ¿Cómo? Si eso pasó mucho antes que nosotros-
-¿aun crees que el tiempo es tan fácil
de comprender como te lo enseñaron antes de mostrarte este universo? No Amy el
tiempo y su trascurrir está más allá de nosotros, todo pasa por una razón, y está
más allá del principal o cualquier otra deidad, solo ellos entienden su macabro
juego donde nosotros solo solos piezas que mueven a su extraño e incomprensible
antojo-
Me sentía regañada, y era lo que
esperaba, mi mente ya sabía todo esto pero me negaba a comprenderlo a menos de
que el me lo dijera. Ahora limpio la rosa que estaba manchada de sangre.
Araxiel se levantó envainando su espada.
-cuando ya dejes las malcriadeces y comprendas tu
poder, llega al equilibrio, ya di el
primer paso de ahora en adelante te toca a ti-
Cuando pestañee ya no lo pude ver. Pero sabía que
estaba aquí conmigo, ¿Qué quería decir
conque llegara al equilibrio?, no lo sé pero por ahora me reservo la duda…
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