El mundo del Equilibrio 2
Capítulo 11
Sin más que decir
Todo se hacía borroso otra vez,
La energía del aire era más espesa que cualquier niebla que tus pulmones han
respirado, así como el incomparable muro se mostró a nuestros ojos, de la misma
forma que la luz volvió a cubrirnos así mismo todo lo que vimos desapareció; Mi piel se erizo mientras el
mundo tomaba forma de nuevo al momento que esta energía tomaba forma física, caí
al extraño suelo tratando de controlar todo el poder que trataba de entrar en
mi mente, era un cántico pero resonaba
en todo mi cuerpo insoportablemente, sentía que todo el dolor de mi corazón
desaparecía, todo el sufrimiento se me era liberado, toda mortificación era
aliviada y cuando por fin pude erguirme estaba Miguel flotando, sus plateadas
alas mostraban toda la belleza de un ser completamente puro, sus negros
cabellos también flotaban como el, pero se hacía sentir una fuerte brisa que movía
mis cabellos en todas direcciones, saque la cinta azul de mi amado y como pude recogí
mis cabellos, después de que todo era más apacible me di cuenta de algo
inquietante, estábamos sobre un circulo hecho de baldosas grises, pero no había
nada que la sostuviera, me quede maravillada al ver que estábamos entre nubes
con tonos grisáceos.
Camine explorando la extraña formación donde
estábamos parados, Pero Araxiel se comportaba de forma extraña, estaba al borde
de las losas de mármol gris, viendo hacia el infinito, su capa se movía
fuertemente pues no la sujetaba, estaba simplemente callado y más inexpresivo
que nunca; Mientras las nubes se movían note cuatro pilares puntiagudos
flotando, camine hacia el borde y como pude sentí las nubes que se acercaban a
nosotros, esperaba que fueran frías pero ¡sorpresa! Eran muy tibias, si más que
decir sonriendo camine hacia Miguel.
-¿me podrías decir dónde estamos?
Dije con cautela
-tu sabes dónde estamos… no
tienes que fingir ser tan ingenua mi dama- exclamo con dulzura
Me sonroje levemente, entendía
que a un Ángel no podía ocultarle nada, y voltee observando a Araxiel mas
callado que nunca.
-¡Araxiel… vamos! Tenemos que
seguir- le dije con fuerza ya que el sonido el viento no dejaba que nuestras
voces se hicieran sentir con mucha fuerza.
El camino hacia mi sin decir
nada, no expresaba ningún tipo de sensación, era raro, incluso dentro de
su antipática personalidad, y me
sorprendí aún más al ver que paso a un lado mío como si yo no existiera, quería
sentir sus pensamientos pero nada de nuestro poder era eficiente en este lugar;
Miguel floto más allá de las baldosas donde podíamos caminar pero… Araxiel dio
un paso en el aire, y así como las extrañas baldosas que pisamos para entrar a
este mundo de esta forma reaccionaba el
aire, con cada paso se podían ver levemente baldosas brillar con cada paso,
ahora las nubes se apartaban poco a poco mientras caminábamos en un incierto
camino donde no sabíamos si pisaremos algo o caeremos en el interminable vacío.
La vista era hermosa no podía
negarlo, el Aura de la deidad de la luz hacia que algunas nubes brillaran
suavemente, estas nubes estaban esparcidas en todo el horizonte, hasta que
decidí mirar levemente debajo de nosotros, por
debajo del manto de nubes salía un brillo anaranjado, y muchas dudas llegaron a
mi mente.
-Por tu bien será que no mires
mucho lo que hay debajo de nosotros, me lo agradecerás por la eternidad- dijo Miguel
regañándome.
¿Por qué no puedo mirar hacia
abajo?- le dije con calma.
-tienes libre albedrío si quieres
hazlo después de todo sé que miraras a su tiempo-
Araxiel dejo de caminar y cuando Amy
le adelanto varios metros ella volteo para ver que le pasaba a su amado
ancestro, sentía que algo no estaba bien, y sin querer desvió su mirada al
suelo, Miguel resigno su mirada cuando ella vio el mismísimo mundo donde la
esperanza se pierde, ella cayó al suelo al ver las infinitas legiones del
Principal, marchando, escuchaba sus gritos, sentía sus armas y armaduras crujir
, ella misma a pesar de estar limpia en
cuerpo y alma dejo de controlar su poder, así ella empezó a llorar como una
niña, sus lágrimas corrieron de sus mejillas cayendo hacia el infinito ejercito
de caídos y demonios, poco a poco entendía lo que pasaba pero jamás quiso decir
una palabra, subió la vista viendo a su amado herido en todo su cuerpo, de su
boca salía lentamente sangre y ella entre su llanto corrió para sostenerlo
entre sus brazos.
-el ya no puede más, ya ha
agotado toda su energía y si sigue materializando su alma jamás podrás verlo de
nuevo-
Mientras Miguel hablaba Amy
sollozaba sin control, el ángel floto hacia ella extendiéndole su brazo
mientras los gritos y canticos de guerra perturbaban la antigua paz de ese
plano.
-¡Dame un Momento!- grito descorazonada.
-Amor te dejare descansar un
momento ¿quieres?- le susurro a Araxiel.
-no me digas amor… aunque tú...
me ames… yo nunca te amare- dijo con la poca fuerza que le quedaba
Ella le abrazo con fuerza y puso
su frente en su mejilla izquierda, no lo quería perder definitivamente y con su
magnánimo poder convirtió el alma materializada de Araxiel en energía para ser
absorbida por todo su cuerpo.
Ahora las nubes brillaban parpadeantes, Miguel dejo su calmada y pacifica estirpe viendo hacia el horizonte.
-ya empezó…- exclamo asustado.
-¿qué pasa?- le dije terminando
de darle descanso a mi antiguo maestro.
El aura de la deidad de la luz
dejaba de brillar por momentos, Miguel sabía que era una mala señal, el camino
se materializo definitivamente en baldosas de cristales azulados, el ángel miro
hacia el ejército marchante y Amy se levantó de nuevo, Hasta que ambos fueron
completamente aturdidos por el sonido de una trompeta y ambos trataban de que el
sonido no los destruyera.
-¡corre!- grito Miguel
Amy trataba de seguirle pero el
volaba más rápido que ella en su correr, el cántico de miles de ángeles lo
cubrían todo, mientras el camino de baldosas de cristal se destruían
rápidamente; Amy corría y corría asustada por no caer justo debajo de aquel ejército.
En el Horizonte se veía una enorme ciudad, era hermosa pero no era el momento
para admirarle, ella lloraba del miedo cuando Miguel la esperaba al final del
camino y justamente cuando ya empezó a sentir que llegaba salto lo más fuerte
que pudo ya que el camino se destruyó y empezó a caer en el vacío, el tiempo se
hizo más lento cuando sentía que caía, sus lágrimas se esfumaban en el Aire
cuando ella decidió volver al Equilibrio pidiendo auxilio a Miguel.
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