domingo, 17 de febrero de 2013

El mundo del equilibrio 2 - Capitulo 11 - Sin mas que decir


El mundo del Equilibrio 2

Capítulo 11

Sin más que decir

Todo se hacía borroso otra vez, La energía del aire era más espesa que cualquier niebla que tus pulmones han respirado, así como el incomparable muro se mostró a nuestros ojos, de la misma forma que la luz volvió a cubrirnos así mismo todo lo que vimos  desapareció; Mi piel se erizo mientras el mundo tomaba forma de nuevo al momento que esta energía tomaba forma física, caí al extraño suelo tratando de controlar todo el poder que trataba de entrar en mi mente,  era un cántico pero resonaba en todo mi cuerpo insoportablemente, sentía que todo el dolor de mi corazón desaparecía, todo el sufrimiento se me era liberado, toda mortificación era aliviada y cuando por fin pude erguirme estaba Miguel flotando, sus plateadas alas mostraban toda la belleza de un ser completamente puro, sus negros cabellos también flotaban como el, pero se hacía sentir una fuerte brisa que movía mis cabellos en todas direcciones, saque la cinta azul de mi amado y como pude recogí mis cabellos, después de que todo era más apacible me di cuenta de algo inquietante, estábamos sobre un circulo hecho de baldosas grises, pero no había nada que la sostuviera, me quede maravillada al ver que estábamos entre nubes con tonos grisáceos.

Camine  explorando la extraña formación donde estábamos parados, Pero Araxiel se comportaba de forma extraña, estaba al borde de las losas de mármol gris, viendo hacia el infinito, su capa se movía fuertemente pues no la sujetaba, estaba simplemente callado y más inexpresivo que nunca; Mientras las nubes se movían note cuatro pilares puntiagudos flotando, camine hacia el borde y como pude sentí las nubes que se acercaban a nosotros, esperaba que fueran frías pero ¡sorpresa! Eran muy tibias, si más que decir sonriendo camine hacia Miguel.

-¿me podrías decir dónde estamos? Dije con cautela

-tu sabes dónde estamos… no tienes que fingir ser tan ingenua mi dama- exclamo con dulzura

Me sonroje levemente, entendía que a un Ángel no podía ocultarle nada, y voltee observando a Araxiel mas callado que nunca.

-¡Araxiel… vamos! Tenemos que seguir- le dije con fuerza ya que el sonido el viento no dejaba que nuestras voces se hicieran sentir con mucha fuerza.

El camino hacia mi sin decir nada, no expresaba ningún tipo de sensación, era raro, incluso dentro de su  antipática personalidad, y me sorprendí aún más al ver que paso a un lado mío como si yo no existiera, quería sentir sus pensamientos pero nada de nuestro poder era eficiente en este lugar; Miguel floto más allá de las baldosas donde podíamos caminar pero… Araxiel dio un paso en el aire, y así como las extrañas baldosas que pisamos para entrar a este mundo de esta forma  reaccionaba el aire, con cada paso se podían ver levemente baldosas brillar con cada paso, ahora las nubes se apartaban poco a poco mientras caminábamos en un incierto camino donde no sabíamos si pisaremos algo o caeremos en el interminable  vacío.

La vista era hermosa no podía negarlo, el Aura de la deidad de la luz hacia que algunas nubes brillaran suavemente, estas nubes estaban esparcidas en todo el horizonte, hasta que decidí mirar levemente debajo de nosotros,  por debajo del manto de nubes salía un brillo anaranjado, y muchas dudas llegaron a mi mente.

-Por tu bien será que no mires mucho lo que hay debajo de nosotros, me lo agradecerás por la eternidad-  dijo Miguel  regañándome.

¿Por qué no puedo mirar hacia abajo?- le dije con calma.

-tienes libre albedrío si quieres hazlo después de todo sé que miraras a su tiempo-

Araxiel dejo de caminar y cuando Amy le adelanto varios metros ella volteo para ver que le pasaba a su amado ancestro, sentía que algo no estaba bien, y sin querer desvió su mirada al suelo, Miguel resigno su mirada cuando ella vio el mismísimo mundo donde la esperanza se pierde, ella cayó al suelo al ver las infinitas legiones del Principal, marchando, escuchaba sus gritos, sentía sus armas y armaduras crujir ,  ella misma a pesar de estar limpia en cuerpo y alma dejo de controlar su poder, así ella empezó a llorar como una niña, sus lágrimas corrieron de sus mejillas cayendo hacia el infinito ejercito de caídos y demonios, poco a poco entendía lo que pasaba pero jamás quiso decir una palabra, subió la vista viendo a su amado herido en todo su cuerpo, de su boca salía lentamente sangre y ella entre su llanto corrió para sostenerlo entre sus brazos.

-el ya no puede más, ya ha agotado toda su energía y si sigue materializando su alma jamás podrás verlo de nuevo- 

Mientras Miguel hablaba Amy sollozaba sin control, el ángel floto hacia ella extendiéndole su brazo mientras los gritos y canticos de guerra perturbaban la antigua paz de ese plano.

-¡Dame un Momento!- grito  descorazonada.

-Amor te dejare descansar un momento ¿quieres?- le susurro a Araxiel.

-no me digas amor… aunque tú... me ames… yo nunca te amare- dijo con la poca fuerza que le quedaba

Ella le abrazo con fuerza y puso su frente en su mejilla izquierda, no lo quería perder definitivamente y con su magnánimo poder convirtió el alma materializada de Araxiel en energía para ser absorbida por todo su cuerpo.

Ahora las nubes brillaban parpadeantes,  Miguel dejo su calmada y pacifica estirpe viendo hacia el horizonte.

-ya empezó…- exclamo asustado.

-¿qué pasa?- le dije terminando de darle descanso a mi antiguo maestro.

El aura de la deidad de la luz dejaba de brillar por momentos, Miguel sabía que era una mala señal, el camino se materializo definitivamente en baldosas de cristales azulados, el ángel miro hacia el ejército marchante y Amy se levantó de nuevo, Hasta que ambos fueron completamente aturdidos por el sonido de una trompeta y ambos trataban de que el sonido no los destruyera.

-¡corre!- grito Miguel

Amy trataba de seguirle pero el volaba más rápido que ella en su correr, el cántico de miles de ángeles lo cubrían todo, mientras el camino de baldosas de cristal se destruían rápidamente; Amy corría y corría asustada por no caer justo debajo de aquel ejército. En el Horizonte se veía una enorme ciudad, era hermosa pero no era el momento para admirarle, ella lloraba del miedo cuando Miguel la esperaba al final del camino y justamente cuando ya empezó a sentir que llegaba salto lo más fuerte que pudo ya que el camino se destruyó y empezó a caer en el vacío, el tiempo se hizo más lento cuando sentía que caía, sus lágrimas se esfumaban en el Aire cuando ella decidió volver al Equilibrio pidiendo auxilio a Miguel.



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