miércoles, 20 de febrero de 2013

El mundo del equilibrio 2 Capitulo 12 - Ojos rojos


El mundo del equilibrio 2

Capítulo 12

Ojos rojos

Miguel sin vacilar respondió al llamado de auxilio y salto al vacío, voló lo más rápido que pudo sintiendo las lágrimas de Amy en su rostro mientras volaba con espeluznante velocidad, el coro celestial se transmutaba en el coro más diabólico imaginable para la mente humana,  sus alas se extendieron como luz buscando agarrar su mano fallando  varias veces  mientras Amy gritaba pero ya era demasiado tarde,  él se detuvo en el instante cuando ella paso la delicada barrera entre el plano de la luz y aquel mundo de horrores indescriptibles, de sus ojos salieron sinceras lagrimas pues ni el mismo sabe las consecuencias de lo que pasara ahora en adelante.

Las hordas del mundo de la desesperación dejaron de marchar al ver una bola de fuego que venia del cielo, era solo una gota de luz que caía como un cometa, todos tenían sus lanzas apuntando al cielo, Uno de los Caídos se cruzó de brazos y miro con macabra sonrisa esperando la maravillosa ocasión de ver como un ángel caía, pues esa era la costumbre, hasta que su rostro cambio sutilmente al darse cuenta de que no era un ángel en pena… no sabía que algo mucho más siniestro pasaría, sentía que el equilibrio de los planos se debilitaba, he inmediatamente Ordeno a un caído menor irse a los palacios del principal, pues el convenio de las deidades estaba roto.

-¡si no queréis  irte a la fosa del olvido mejor ve lo más rápido que puedas y dadle mi espada al principal!- Grito

-mi señor ¿sabéis lo que esto significa?- dijo con miedo

-¡maldita sea! Dadle  esto ¡ya! El apenas está dudando de que hacer y si no os entregáis esta espada ¡no podrá liberar los 3 sellos!- exclamó mostrando sus colmillos

Después  volvió a quedarse viendo esta extraña aparición que bajaba del cielo, sonrió sutilmente con sus ojos amarillos, apretó un puño  y lo alzo al aire, automáticamente las hordas gritaban más canciones de guerra, la misma canción que el principal les enseño a cada uno a la espera de que el gran día llegase.

Amy no quería abrir sus ojos pues sentía el fuego que parcialmente la quemaba, su capa era devorada lentamente, su armadura se agrietaba más y más con cada segundo, pero en su corazón nacía  un poder malévolo y  una compasión celestial al mismo tiempo, sus puños los cerro con fuerza mostrando furia, sus ojos pasaron de negros a rojos lentamente luego, su mirada compasiva ahora pasaba a la de un ser sin sentimientos, ahora no solo caía sino daba vueltas sobre su propio eje, con cada vuelta algo nació de su espalda, con cada vuelta su aura crecía poco a poco confundiéndose con el fuego que la cubría, a esa altura podía ver las lanzas apuntándole esperando su impactar contra ellos, desenvaino su espada apuntándoles.

Las legiones cantaban aquella canción dirigidos por Astaroth,  su sutil risa pasaba a gruesas carcajadas al observar que esa entidad se acercaba, podía verla a ella desenvainar su espada y sacar… si… el sabía que era pero le daba placer ver que apenas estaba entre la luz y la oscuridad.

-¡allá malditos… allá esta la prueba que el traidor ese que nos abandonó en el interminable vacío que el principal lleno con su odio convirtiendo de oscuridad a todo lo que veis, sentís , oíd  y clamáis! Os invito a destruidle si es que pueden... ¡ella os matara! Si…  ella combatirá las infinitas hordas y moriréis cientos, miles, millones y trillones de vosotros pero con cada gota que caiga... ¡Sí! Con cada gota que derraméis  entre sus dedos, esta será como nosotros y cuando eso pase, ¡yo! Yo mismo clavare su cortada cabeza como el trofeo que le llevare al delirante traidor, si ¡el que nos traiciono a todos nosotros!-

Pasaron pocos segundos  hasta que al final ella impacto entre cientos de demonios esparciéndoles en todas direcciones, ella levanto una gran nube de polvo rojo y Astaroth se quedó muy calmado, todos esperaban ver que era lo que caía del plano de la luz, y si, de entre las nubes de rojizo polvo poco a poco se podían ver plumas negras y blancas que brillaban tenuemente,  sus cabellos estaban esparcidos entre su carcomida armadura, su espada estaba desenvainada, aquella que revelaba un divino filo, su rostro mostraba que ya nada le importaba, sus ojos habían perdido esa vida que siempre la caracterizo.

Las huestes corrieron apuntándoles con las lanzas, pero Amy solo  levanto suavemente su mano derecha, en cuanto todos empezaron a atacar aumento su aura como había hecho para destruir un pueblo entero,  así todos los demonios que se le acercaban eran descuartizados y sus miembros seguían y seguían volando en el aire, y poco a poco su rostro su cuerpo y sus alas eran manchadas con sangre.

El Océano de muerte crecía con cada minuto pero el rostro de Amy dejaba de estar tranquilo, ahora su  boca mostraba lentamente una malévola sonrisa, sus rojos ojos brillaban con fuerza y decidió usar su espada, con cada blandir miles de demonios eran cortados a la mitad, ella no hacia el mas mínimo esfuerzo,  ahora las plumas blancas se oscurecían una a una hasta que todos se apartaron y alguien empezó a aplaudir burlescamente.

-eres ¡maravillosa! Si… eres tú, la que deje pasar para cumplir vuestro destino, si… venias con tu ancestro para verlo morir y condenarte definitivamente.

Amy se quedó viendo y sin decir palabras mientras el caminaba entre las huestes, no podría controlarse ella misma pero él tenía una forma muy seductora  de caminar y al momento en que ya estaba a varios pasos de ella volvió a aplaudir, ella blandió directo a cortarle la cabeza  pero Astaroth la detuvo con su propio puño.

-¡no creas que soy como Cypher!, no… aunque él era muy apegado al principal yo soy su mano derecha- dijo sonriente

Amy cerró los ojos con furia mostrando más su aura a la vez que aumentaba a voluntad el filo de su espada.

-¿queréis  jugar duro? Pues está bien ¡juguemos!

Amy se lanzó hacia el chocando sus espadas, con cada choque más y más energía era liberada destruyendo todo a su paso, ambos volaban lanzando demonios por todas partes, Amy poco a poco era consumida por la oscuridad, ya sus plumas blancas eran escasas en sus alas, ambos se cortaban sus armaduras,  y cada parte caía entre golpe y golpe de espadas, Astaroth reía y reía sin parar sabiendo que pronto  ella sucumbirá ante el poder del principal,

-¡BASTA!

Se escuchó a lo lejos;  Miguel llego del cielo como un rayo golpeando el rostro de Astaroth lanzándolo  a un lado.

-¡Sabes que es mía! Exclamo Astaroth adolorido

-ella no debe estar acá- dijo solemnemente

-¡entonces miradla! No tiene rostro de querer irse… ¡ahora es mía y tu ni nadie me la quitara!

-Amy ¡VEN!-

Ella movió lentamente su rostro diciendo que no, al momento que Miguel se puso frente a ella, con rostro enfurecido se quedó mirando sus corrompidos ojos hasta que le dio una cachetada.

-¡ya bastante has hecho con desatar esta masacre!-grito

Amy se desprendió de sus alas al instante que sus ojos volvían a retomar su natural color, su rostro volvió a ser inocente y varias lagrimas salieron de sus ojos abrazando a Miguel pidiendo perdón, Miguel la abrazo creando la energía suficiente para salir despedidos directo al plano de la luz logrando que las nubes se apartaran tras la intensa luz que despedía el plano más allá de este abandonando la carnicería que había hecho ella al no controlarse. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario