El mundo del equilibrio 2
Capítulo 9
Ella o la muerte
Una fuerte y cálida brisa seguía moviendo las hojas de los
árboles, el sonido de las hojas moviéndose era sutil, las aves cantaban unas
con otras y Araxiel apretó con más fuerza el mango de la espada, estaba
decidido a córtale el cuello; el Ángel podía sentir sus pensamientos y sabía que no dudaría en
quitarle la vida.
-¿crees que ya no he matado a un ser como tú? Exclamo
Araxiel con mucha fuerza.
-¡no sois nada, ni nadie con el suficiente poder como para
quitarle la vida a un ángel así que no me provoques! Grito el ángel enfurecido.
Ambos se miraron fijamente sus rostros, Araxiel mantenía sus rojizos y calmados ojos frente a los ojos cerrados
del ángel y le sonrió perversamente.
-algo parecido dijo tu anterior hermano Cypher, y ¡yo mismo
le quite la vida! Con estos mismos dedos que agarran esta espada sentí su
sangre, con estas mismas manos luche a
la par, sin ventajas, y su alma se fue volando con la brisa del mundo de la
desesperación y así tu alma se ira con este viento que mueve el pasto que
estamos pisando.
Sabía que ocurriría a continuación y mientras se decidían a chocar sus fuerzas uno contra
uno me aleje unos cuantos metros de ellos, sentándome en el pasto agarre una de las flores silvestres
que estaba a mi derecha, me quede viendo con mucha calma y paciencia, sabía
todo el poder que tenía mi amado, pero tampoco sabía que esperar de un Ángel,
me puse a pensar y recordé un detalle… ¡mi espada! ¿Dónde estaba ella?, ¡no la
recogí! Aunque podría crear otra esa era especial pues fue la primera arma que
había creado, su filo era especial, no podía cortar nada a menos de que yo
quisiera.
-¡Muere!- Grito el ángel
Ambos centellaron sus espadas sin compasión, era una bizarra
coreografía entre dos poderes distintos, la luz contra lo más oscuro del
hombre, Araxiel esquivaba con dificultad los ataques del ángel, pero peleaban
al mismo nivel, apenas se hacían daño pero toda herida que Araxiel recibía
también le Afectaba a Amy.
De un descuido el ángel corto la mejilla izquierda de
Araxiel y Amy también se cortó como era de esperarse, Amy pasó los dedos de su
mano derecha por la herida, se quedó viendo la sangre que emanaba de su piel
con sus dedos, no estaba preocupada pero
era la primera vez que sangraba desde que llego al equilibrio.
Con cada blandir de sus espadas cortaban el aire pero
después de varios minutos en los cuales ambos ya estaban ligeramente heridos el
Ángel logro quitarle la Espada a Araxiel dejándolo indefenso.
Este sonrió al ver su ventaja pero Araxiel estaba tranquilo,
el solo le apunto con su mano
derecha invitándolo a que lo atacara.
-ya no sirve de nada… ¡ríndanse! Yo mismo les quitare la
vida pues se me es permitido hacerlo-decía riéndose, disfrutando de su superioridad.
Araxiel estiro sus manos como un crucifijo dándole un
mensaje de que se rendía… pero se me era extraño… Araxiel nunca se rendiría.
-¡anda! Atácame… ¿no quieres quitarme la vida? Pues hazlo si
te place, ¡anda! ven y ¡mátame! Disfruta de ser un ser tan hipócrita- Decía Araxiel
con tono burlesco.
El ángel se le
acercaba lentamente, su armadura crujía con cada paso, apretó fuertemente su
espada y la alzo al cielo, mientras Araxiel bajaba la mirada pero con una
extraña sonrisa, no era característico de su personalidad, yo sabía que tenía algo planeado, no es de los
que se rinden con tanta facilidad, yo observaba todo con mucha calma mientras creaba
luz con mi mano derecha sanando la herida que tenía en mi mejilla.
El ángel blandió con ambas manos pero Araxiel le agarro la
espada con una sola mano, su sangre corría y goteaba de la espada, me molesto
pues creo otra herida en mi mano izquierda.
-que tanto juegas
Araxiel- susurre viendo mi herida.
Pero el seguía tranquilo, con su pulgar creo una estrella de
5 puntas haciendo que su sangre brillara, logrando que esa espada explotara en
varias partes, una de ellas atravesó el pecho del ángel y este cayo en el piso.
-no puedes matar a alguien que ya está muerto- decía solemnemente mientras caminaba hacia el ángel moribundo.
-¿Qué cosa eres? ¡¿Cómo te llamas demonio?! Dijo horrorizado perdiendo lentamente su
sangre.
-no es necesario decirle tu nombre a alguien que va a morir,
y ya te lo dije no puedes matar a alguien que ya murió hace mucho tiempo, ¿y
sabes qué? Ella era tu verdadero objetivo- dijo al mirar hacia Amy.
Ella estaba sentada agarrando flores silvestres y dejando
que los pájaros se posaran en su cabeza, ella miro sorprendida pro no dijo
nada, solo resigno sus ojos al pensar que ella era la que tenía que morir.
-así que tu desgraciado, te dije que tu alma volará hacia el
lejano horizonte pero todo a su tiempo-
Araxiel arranco la astilla que atravesaba el pecho el ángel
para que muriera más rápidamente, sus perfectas plumas se tenían con su sangre después
el abrió sus ojos de los que salían sinceras lagrimas porque él sabía que ella
tenía derecho de entrar a ese mundo.
-te dejare morir con honor, es lo menos que puedo hacer por
ti.- exclamo cerrando levemente sus ojos
El Ángel miraba hacia el cielo, se quedaba viendo el Aura de
la deidad de la luz y esta luz le abrazo, sus plumas, su armadura y su piel se
fundían para irse hacia el aura e irse con el ser que le dio la vida.
-¿porque lo mataste? Dije levantándome del suelo.
-eras tú o la muerte, no me sirves muerta así como no te
serví a ti cuando yo morí.
El camino recogiendo la espada con que combatió lanzándomela.
-Esta es tu espada no la mía, no seas tan imprudente la
próxima vez.
La envaine y antes de poder pestañear, del cielo bajaron más
y más ángeles, mientras Araxiel, los veía resignando su mirada.
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