Capitulo 1
Un inesperado encuentro
El amor… es una palabra un poco distorsionada de lo que en verdad siento
mientras tú sientes belleza yo siento horror en tu sonrisa torcida
Un macabro día en el caminar entre cadáveres ignorantes, una joven me sonrió.
-que forma de ser tan bella- me dijo, y entre mi idioma que es el silencio... Le devolví la sonrisa;
entre la mudez que envolvía nuestras miradas... le tomo la mano… nos pusimos a caminar y ella entro en mi mundo.
Entre el terror que envolvía su pecaminosa mirada al ver como veo esta maldita creación que algunos llaman humanidad, esa cálida sonrisa se congeló, Su mirada llena de luz se nubló,
Le mostré apuntando hacia el sol que aunque normalmente iluminaba con la ferocidad de un dios... ante nuestros ojos sucumbió. Ella que aun no entendía cayó de rodillas despidiéndose de la vida y vio al sol agonizar.
Aunque en mi ser nació una leve lástima que aunque era insignificante... era un destello de mi antigua humanidad al crear otro ente frio y macabro como yo.
-bienvenida a mi mundo- le dije; y entre sus ojos grises como los míos... sin ninguna palabra ella me dijo... –gracias-
ella y yo caminamos en este infierno de nuestro solo, y apartado mundo tomados de la mano gozando de la belleza de la verdad.
En el aparente frio que nos cubría un día ligeramente azul y nublado ella… me abrazo, y aunque trataba de mostrar un tipo extraño de sentimiento, dentro de las palabras que salían de sus azules labios… decía –“quiero llorar”- ; esas simples palabras salían de un rostro pálido y sin vida igual que el mío; le dije susurrando –jamás-
extrañamente de mis labios no salen más de tres palabras… he llegado hasta un punto que no necesito decir nada para que me entiendan…
Las necesidades de una persona tal como comer o dormir no existía en mi, y así mi nueva compañera poco a poco esos deseos mortales se volvieron un antiguo y extraño recuerdo, lo único que sentimos es la necesidad de estar juntos ya que solo ella y yo nos entendíamos. Es difícil encontrar a alguien que no muera al poco tiempo de entrar en esta existencia.
¿Amor? ¡No es amor! ¡Ya lo dije! es solo necesidad que aunque ni yo mismo la comprendo, no entiendo porque no puedo alejarme de ella… la veía tan inocente en el momento que la tome de las manos y la arranque de la vida profana y en mi pobre alma no cabe ese término tan vacio e inexistente llamado “amar” .
Hace mucho tiempo en una era en que la muerte era algo tan cotidiano como ver la lluvia caer, poco a poco desaparecieron aquellas persona que en un tiempo remoto significaban algo para mi aunque entendía…. he estado en este mundo desde que el ser humano tiene memoria, no soy ni de un lado ni de otro, no vengo de ningún lugar aunque tampoco tengo a donde ir y acepte que todos los que se encontraban a la vista de mis inmorales ojos desaparecerían con el pasar tiempo.
Un inesperado encuentro
El amor… es una palabra un poco distorsionada de lo que en verdad siento
mientras tú sientes belleza yo siento horror en tu sonrisa torcida
Un macabro día en el caminar entre cadáveres ignorantes, una joven me sonrió.
-que forma de ser tan bella- me dijo, y entre mi idioma que es el silencio... Le devolví la sonrisa;
entre la mudez que envolvía nuestras miradas... le tomo la mano… nos pusimos a caminar y ella entro en mi mundo.
Entre el terror que envolvía su pecaminosa mirada al ver como veo esta maldita creación que algunos llaman humanidad, esa cálida sonrisa se congeló, Su mirada llena de luz se nubló,
Le mostré apuntando hacia el sol que aunque normalmente iluminaba con la ferocidad de un dios... ante nuestros ojos sucumbió. Ella que aun no entendía cayó de rodillas despidiéndose de la vida y vio al sol agonizar.
Aunque en mi ser nació una leve lástima que aunque era insignificante... era un destello de mi antigua humanidad al crear otro ente frio y macabro como yo.
-bienvenida a mi mundo- le dije; y entre sus ojos grises como los míos... sin ninguna palabra ella me dijo... –gracias-
ella y yo caminamos en este infierno de nuestro solo, y apartado mundo tomados de la mano gozando de la belleza de la verdad.
En el aparente frio que nos cubría un día ligeramente azul y nublado ella… me abrazo, y aunque trataba de mostrar un tipo extraño de sentimiento, dentro de las palabras que salían de sus azules labios… decía –“quiero llorar”- ; esas simples palabras salían de un rostro pálido y sin vida igual que el mío; le dije susurrando –jamás-
extrañamente de mis labios no salen más de tres palabras… he llegado hasta un punto que no necesito decir nada para que me entiendan…
Las necesidades de una persona tal como comer o dormir no existía en mi, y así mi nueva compañera poco a poco esos deseos mortales se volvieron un antiguo y extraño recuerdo, lo único que sentimos es la necesidad de estar juntos ya que solo ella y yo nos entendíamos. Es difícil encontrar a alguien que no muera al poco tiempo de entrar en esta existencia.
¿Amor? ¡No es amor! ¡Ya lo dije! es solo necesidad que aunque ni yo mismo la comprendo, no entiendo porque no puedo alejarme de ella… la veía tan inocente en el momento que la tome de las manos y la arranque de la vida profana y en mi pobre alma no cabe ese término tan vacio e inexistente llamado “amar” .
Hace mucho tiempo en una era en que la muerte era algo tan cotidiano como ver la lluvia caer, poco a poco desaparecieron aquellas persona que en un tiempo remoto significaban algo para mi aunque entendía…. he estado en este mundo desde que el ser humano tiene memoria, no soy ni de un lado ni de otro, no vengo de ningún lugar aunque tampoco tengo a donde ir y acepte que todos los que se encontraban a la vista de mis inmorales ojos desaparecerían con el pasar tiempo.
Pero ella es diferente y aunque como ya la presunta vida se le escapo de entre los dedos. Solo ha existido los pocos años en que era humana.
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