miércoles, 13 de julio de 2011

El mundo del Equilibrio Capitulo 5

Capitulo 5
El maestro

Antes de despedirnos de la abuela de mi acompañante dije estas simples palabras “amor... Devoción... pureza… son solo caras de una   moneda con la que se le pagan a personas vacías  de poder, vine aquí solo para que veas que incluso las personas que parecen tener un corazón puro… son susceptibles las mismas morbosidades que cualquiera sentiría, es parte de su humanidad”

es hora de que visitemos aun viejo amigo… mi maestro, creo que te encantara, es un ser tan oscuro y solitario como yo aunque algo morboso, queda a unos días de aquí en un templo que solo los nigromantes o practicantes de las artes podemos llegar. Y pues claro si te pregunta algo, tu solo di que soy tu maestro y nunca pero nunca te sueltes de mi mano.

Durante los pocos días que estuvimos andando entre la espesura no había diferencia entre el día y la noche… solo era una perturbadora mezcla de ambas cosas, lo único que si nunca vario es la espesa niebla que nos cubría, como si estaba fuera una gruesa manta que no permitía ver hacia donde nos dirigíamos aunque yo si sabia y caminando siempre hacia adelante que mi compañera… Constantemente agarrados de las manos para así ella no quedar atrapada por la eternidad entre el gran laberinto que se formaba a nuestro alrededor.

Al llegar a un gris paramo, una fría y fuete brisa se lanzaba hacia mi rostro moviendo así parte del cabello de mi pseudo aprendiz. Un sitio que si no fueras parte de uno de nosotros  lo vieras como si se tratara del fin del mundo; una especie de valle entre dos montañas se encontraba unas ruinas, levantando mi mano poco a poco las viejas ruinas tomaron forma, agarrados de la mano pero caminando de una forma casi endemoniada llegamos la puerta y como lo esperaba se podía escuchar desde afuera un tétrico órgano en el que siempre sonó a la tristeza de un hombre que se resigno a la eternidad solo y sin compañía.

Atravesando la puerta llegamos a un oscuro pasillo y en el tiempo de un abrir y cerrar de ojos las antorchas se encendieron casi mágicamente una tras de otra “jajajaja” se escuchaba desde lejos una risa que estremecería incluso al más fuerte corazón.

-Maestro: “nunca creí que mi pequeño pupilo llegaría algún día y con una bella victima! Hm Se ve exquisita” del susto ella dijo “soy su aprendiz” -Maestro: Hm cierto… cierto, Araxiel mi pequeño aprendiz ¿hace cuantos siglos te fuiste de aquí? me imagino que ya perdiste la cuenta jajaja-

- “estoy solo de paso aunque ella se va a iniciar si es su deseo” le dije – Hm Araxiel ¡me extraña de ti! ¡Buscando compañía! – ¿Araxiel es tu nombre?- -Maestro: no me digas que has perdido la caballerosidad, si… ese es su nombre, aunque es entendible, eso es lo único que lo amarra a su triste y vieja existencia. Solo cuando llego arrodillado buscando la forma de ser inmortal-

-Maestro: jajajajajaja pues no eres el único tantos siglos en soledad que sí, parece raro, también la idea de compañía atravesó mi mente hace unas semanas-

y como su maléfica costumbre empezó a jugar con su gran juguete de entretenimiento, un gran órgano que se encontraba en medio de lugar donde nos encontrábamos-

hacía decadas que no escuchaba su tétrica armonía tanto que en tu boca nace la necesidad de probar sangre, sentías la sensualidad en cada nota que por supuesto yo dominaba pero mi acompañante no. Se podía ver como todo su cuerpo estallaba de placer de una manera casi orgásmica, tocándose su cuerpo y mordiéndose la lengua.

-Araxiel: ¡ya basta! Al menos ten algo de dignidad, ella solo está aprendiendo, se que solo la quieres seducir para tomarla pues no te dejare ni siquiera porque eres mi maestro-

-Maestro: hm ¡declinando! No parece cosas tuyas Araxiel- -Araxiel: es mi aprendiz y por lo tanto merece respeto- -Maestro: ¿qué respeto?  Sabes que si te provoca la puedes convertir en tu esclava para saciar todos los placeres que has reprimido durante siglos-

-Araxiel: no me provoca y a ella tampoco, es tan fría y seca como yo-
-Maestro: hace unos momentos parecía que no. Disfrutando de los placeres de la carne!   ¡Como me gustaría probar algo de su sangre!-  
-Maestro: pero niña ¿qué es lo que más te gusta de todo esto?-

-la libertad- exclamo

- Maestro: lo tomare como un sí,  jajaja pues eres bienvenida mi casa es también tu casa-

Mientras mi nueva acompañante era aceptada como mi nueva aprendiz recorría los pasillos del antiguo templo vampírico, me dada algo de nostalgia ver a través de las ventanas que muestran el desolado y espeso paisaje que envuelve este templo, no cambio desde hace muchísimos siglos desde mi niñez, llegue  sitio donde pasaba interminables noches estudiando de los libros de mi maestro. La biblioteca de los vampiros…  así se llamaba el gran salón donde se encontraban innumerables libros y conocimientos de las artes tanto malignas como las de las artes Santas y la herbologia 

Rozando con mis dedos cada libro que se encontraba en las librerías, buscando algún libro que leí en mi niñez, un leve recuerdo vino a mi mente... el libro de los iniciados, sabía que se encontraba en el centro de la gigantesca biblioteca.

Al igual que hace siglos el ultimo nombre era el mío y una gota de sangre para firmarlo. De repente algo toco mi hombro, era mi oscuro maestro -veo que no has perdido el toque- le dije -Maestro: por supuesto que no mi amigo claro que no... Aun me acerco sin ser escuchado por las bellas jóvenes presas de mi lujuria, en las frías noches que dominan mi  eterna sed. Y no te preocupes no le hare nada mas a tu amante ups digo tu aprendiz

así el la agarro de su mano,  escribiendo en el libro dijo:  “ahora te llamaras Amy” con una afilada uña le corto lo suficiente para solo sacar una gota y así no rendirse por su eterna sed de sangre.

-Maestro: Amy tu no caerás bajo el velo de las artes malignas… no... Tu no… aunque Araxiel te ha mostrado la verdad esa no es causa suficiente para que la practiques. Ahora serás su equilibrio. Si… tú equilibraras la balanza y así juntos tendréis un poder más allá de lo conocido  y tal vez y solo tal vez  más grande que el mío.

-Maestro: de todas maneras Araxiel también conoce las artes santas y yo también por supuesto pero ya me siento demasiado viejo a pesar del joven rostro que tengo mi alma solo pide paz.. Bueno solo hasta que mi sed me controla jajaja- anda Araxiel ve eres el discípulo mas talentoso que alguna vez tuve, controlas tanto las artes malignas como las santas igual que yo… siempre serán bienvenidos tu y Amy. Disfruten de mi casa hasta que se sientan listos para irse y por favor regresad cuando quieran. Ahh y por supuesto tienes que hacerle la prueba en el momento que consideres que esta lista. Si no la pasa pues morirá… si eso pasa pues… lastima… seria un pecado desperdiciar esa hermosa sangre.

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