domingo, 10 de julio de 2011

El Mundo del Equilibrio Capitulo 2

Capitulo 2

El Comienzo 
-de dónde vienes- me dijo


Es una historia un tanto larga, Tratar de recordar como comenzó esto a lo que podríamos llamar vida, aunque vida es una palabra muy corta y vacía, yo lo llamaría… ¡maldición! ese término queda más acorde; es como tratar de recordar el momento que salimos del vientre de una mujer, olvidamos las experiencias vividas, sobre todo cuando uno es tan solo un inocente infante y aunque yo era más que un chiquillo, siempre me aterraba la idea de la muerte ¿Por qué todos debemos venir a este mundo si siempre terminamos en el misterio más grande de la humanidad... el fallecimiento? Jamás quería crecer... tal vez por miedo a enfrentarme al futuro pero como todas las personas ese momento llego; me introduje en el hermetismo y la metafísica siempre buscando una manera de conseguir la inmortalidad.

Pasaba todas las amargas noches de mi adolescencia leyendo, buscando y buscando entre el tenue brillar de las velas que me acompañaban en esas largas e interminables sombras, trataba de encontrar la luz del infinito… ¡el elixir de la vida! Y entre el buscar leía hasta cualquier porquería que me encontraba y poco a poco se cumplió aquellas sabias palabras “te vuelves esclavo de tu propio poder”.
Ya al entrar en la “madurez”, en el momento que ya no era un simple infante, usaba mis conocimientos sin parar y controlaba a los que me… ¡rodeaban! No me importaba las consecuencias y sentía un mórbido placer al ver que los controlaba como unos simples títeres, siempre hambriento de mas poder… pero aun no encontraba el máximo... el de nunca envejecer.

Tras el transcurrir del tiempo fui perdiendo mis lazos humanos “el conocimiento es poder” esas simples palabras es una de las verdades más grandes del la humanidad, todo lo que hacía mal o bien regresaba a mi; mi piel que rebosaba de vida fue perdiendo color, mi aparente “sabiduría” ¡se volvía contra mí! y aunque muchos abandonarían por el simple terror de ver que te consumes poco a poco, yo no tenía nada que perder, mis ojos ligeramente verdes perdieron su vivo color y de mi boca dejo de salir palabras.
Sabía que solo en un lugar existía la inmortalidad se trata del ¡lado astral! !El otro plano! Tenía que encontrar la manera de llegar pero aun así mantenerme en este estado. Solamente por la mórbida vanidad de ver como el mundo avanzaba y verlo pero yo estando fuera del alcance mortal.

Despertar de un sueño... ¡esa fue mi primera idea! tras completar mis estudios sobre los viajes astrales consume el primer paso... llegar al otro plano y tras muchos fallidos intentos un día de marzo pude mantenerme tanto en lo astral como en este plano y aunque fue por un instante… ¡fue el día que supe que era posible! Solo la idea me llenaba de un sentimiento que creí olvidado ¡alegría! ¡Mi más grande sueño y anhelo es posible! 

Tras uno de mis intentos de mantenerme por más tiempo que el de un abrir y cerrar de ojos empecé a usar un método un tanto extremista… la Necromancia, esa maldita rama del espiritismo prohibido para cualquier humano…y afortunadamente ya no me consideraba uno.

Pero como la vieja ley todo tiene una causa y un efecto… en mi caso fue que deje de experimentar los típicos y vacios sentimientos humanos y en mi simple existencia perdió el amor a la humanidad… ahora para mí son solo una bolsa de piel y huesos, con el tiempo sinceramente la humanidad me dio asco, solo un puñado de órganos o como los llamo yo una fábrica de excrementos.
Y la peor consecuencia ocurrió un noviembre… aunque en esa época no creo que se llamaba así pero fue en ese día en una de mis practicas me debilite tanto por consecuencia de mis obras; Accidentalmente… mi cuerpo quedo atrapado entre los dos planos, no recuerdo bien como fue el proceso, solo sé que sentí el dolor más insoportable que se pueda experimentar, consume mi búsqueda y así culmino lo que podía ser mi humanidad. 
Desde ese entonces he vagado en este mundo desde tiempos inmemorables y mis ojos ven la hipocresía del hombre, el dolor y sufrimiento de las almas en pena.

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